La muerte
ronda las ciudades fronterizas entre
Méxicoy Estados
Unidos. Ciudades de paso
de emigrantes latinoshacia el
sueño americano
son testigos de sereshumanos que
mueren
cruzando la frontera.Pero en una de estas
ciudades no es necesario cruzarla frontera
para que la sombra de la muerte persiga
a los
habitantes, y en especial a sus mujeres
jóvenes.Este lugar
es Ciudad Juárez,
en el estado norteñode
Chihuahua, México.
Desde hace 10 años ladesaparición
y asesinato de mujeres en CiudadJuárez
ha
provocado una preocupación creciente
en la
sociedad, tanto del estado como a nivel nacional.
Yo hice un
sencillo poema para
mostrar mi indignación ante
esta situación:
¿Cómo plasmar horror
tan desmedido,
en mis versos
pequeños?.
Sólo puedo
vestirlos de ira y
luto,
lanzarlos,
como humilde y triste
eco,
de sus gritos.
¡Oh, mujeres de Juárez!
Pesado lastre el miedo,
en los zapatos.
Cuando muere la tarde,
se convierte en hazaña
cada paso.
Acechando en las
sombras,
se presienten
las manos asesinas.
¡Oh, mujeres de Juárez!
La morena belleza se
convierte
en fatídico imán,
para la muerte.
La libertad, escuálida,
agoniza;
ya no lleva, de oro, la
corona,
sino, férreos grilletes
que la atan
al malvado capricho de
unos pocos.
Las plumas blancas de
sus alas,
yacen, hundidas,
en el barro
de la maldad impune,
del llanto inconsolable de una madre,
de la estéril espera de los hijos,
de cada hoyo en la
tierra
que abraza
cada joven cuerpo
putrefacto,
de mujer asesinada.
¡Oh, mujeres de Juárez!
Abanderados son,
mis versos,
de mi protesta. |