MONTIJO,
MI PUEBLO, MI CUNA.
En las fértiles
Vegas del Guadiana,
se
asienta, señorial y postinero,
un
pueblo, regio y noble, al que venero,
un
condado, mi villa montijana.
Fue
una tierra de encinas, dura ,llana,
condado
desde juan Portocarrero,
por
decreto de Felipe III
de
voluntad suprema y soberana.
La
Iglesia de San Pedro y el convento
de
las monjas clarisas franciscanas,
son
iconos de fe y su fundamento.
¡Oh
Montijo!..me apena el sentimiento
de
que un día se acaben mis mañanas,
y se aleje tu luz de mi momento.
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