no seguiré rumbos establecidos,
si el precio del peaje son mis sueños.
No cejaré en seguirlos. Mis empeños
Irán tras de su rastro, convencidos.
Será libre mi voz, y sus latidos,
Impregnados en dejes extremeños,
En raíces y patria…eternos leños,
Ardiendo en el fogón de mis sentidos.
Quiero saber que no fui marioneta,
Que no oculté mi faz tras la careta
Ni me escondí tras férreas celosías.
Cuando me toque el tiempo la trompeta,
Mientras busca, impasible, la libreta,
Para borrar mi nombre, de los días.