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LA
VIDA ES CORTA
Que
lejano e impensable nos parece
-cuando
niños- el fin de nuestra vida.
se
nos antoja eterna la partida,
y olvidamos el culto que merece.
Aún
no hay cuenta atrás cuando anochece
ni
se agradece cada amanecida,
hasta
que, imprevisible e incomprendida,
una
arruga en la piel, nos acontece.
Y
siempre tarde, al fin, nos damos cuenta
del
valor de un instante, de un segundo,
que
debe producir la mejor renta.
Que
es fugaz nuestro tiempo en este mundo,
Que nada suele ser lo que aparenta.
Que
el hombre nace un poco moribundo.
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