Blog de poesía

Blog de poesía
Fotografía de 1997..esperando el nacimiento de mi hija Eva María.

Mi comentario.....

Inicié este blog http://franciscaquintanavega.blogspot.com/ con la ilusión que me produce el hecho de que mi poesía y mi sentir, pueda llegar a otras personas...y espero actúe como puente para traerme, a la vez, sentimientos y opiniones de todas aquellas que lo deseen.
En la parte de abajo de este blog están mi poema bandera y fotos muy apreciadas para mí.

martes, 26 de julio de 2011

NO ME IRÉ SOLA



Cuando, despacio, despacio,
sus manos suelten las horas,
y , la última, su cansancio
deje mecer por la aurora…

yo soñaré, de un adagio,
ser sólo una dulce nota
que el  viento lleva en sus brazos,
con blanco traje de novia.

No me iré sola, conmigo
irán las esencias, todas,
que robé para mis versos,
del alma de cada cosa.

Y tendrá, mi noche eterna,
perfume de blancas rosas,
lágrimas, amor, sonrisas,
miradas dulces, auroras.
Amor de madre infinito,
nostalgias, rumor de olas.
lluvia de otoño, silencios,
canto de cigarra, alondras.
Soledad, suspiro, angustia.
miedos hondos, negras horas,
que, al conjuro de mi lira,
transformáronse en palomas.

No me iré sola. Mi alma
Será siempre trovadora.

jueves, 7 de julio de 2011

LA AMARGURA DEL GITANO .Uno de mis poemas preferidos. De cuando me importaba mucho más el fondo que la forma. Era uno de los que había decidido no poner en el blog, pero como ayer fue mi cumpleaños...pues he querido pasarlo para que lo lean.



Allá va el gitano, como cada tarde,
pisando su sombra, buscando el olvido,
huyendo del fuego, que quema su sangre.

El bosque lo acoge, lo mima, lo abraza,
Y el viento se torna posesivo y loco:
“¿Qué tiene el gitano?” _ Preguntan las ramas_
“¡Mirad como llora!” _Susurran, a coro_
Un  árbol le ofrece su apoyo y espalda,
y allí se recuesta, con él, su amargura.
¡Cuán largas las horas, intentando odiarla!.
A veces, le ofrece un brazo la locura.
¿Cómo aprende el alma a odiar a quien ama?
“¿A dónde fue ella?”_ Pregunta el riachuelo_
El sol deja un rayo prendido en la faca.

Allá va el gitano, como cada tarde;
caminando solo, de regreso a casa.
La negra mirada, parece de hielo;
de bronce la cara, morena y huraña.
Alta la figura, fina, bajo el cielo,
vencidos los hombros, al dolor del alma.
El paso tranquilo, perezoso, lento.
Nunca tiene prisa. No le importa nada.
La calle empedrada. Algún perro viejo.
Se mueve un visillo, tras una ventana.
Abierta, la vieja cancela de hierro,
abierta la puerta, de madera parda,
abierta la cama, abierto el ropero,
abierta ……¡La carta que ella le dejara!

Densas telarañas y mucho silencio.
Abierta…….¡la herida, sangrante del alma!