Ding, dong, …como nana eterna.
Como un arrebol inerte
de llanto y Avemaria.
En mi pecho, una jauría
de perros, ladran a muerte.
Ding,dong…como nana eterna.
¿Dónde, lo eterno, descansa?
¿dónde apoya su agonía,
su quejosa letanía?.
¿Dónde, su río, se remansa?.
Ding,dong…como nana eterna.
Deletreando, la campana,
tu nombre, en su sinfonía.
Ejerce ciudadanía
nuestro ayer, en mi mañana.
nuestro ayer, en mi mañana.
Din, dong…como nana eterna.
Y, al igual que la añoranza…
¡será eterna, en su osadía,
la voz del amor, que un día
fue luz, verdad y esperanza!.
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ResponderEliminarDing, dong. ding dong
ResponderEliminarlos plieges del alma
haces que vibren
con dulce son...
Bello poema amiga Paqui.
Mi abrazo con este dulce son.
Hermoso y celestial poema el que nos regalas hoy,querida amiga.
ResponderEliminarComo dulce plegaria nos invita a volar alto, a escapar hacia esos mundos luminosos y azules de la música...ah,la música,pasión sublime que nos llena de gozo el corazón...
Enhorabuena, amiga.
Besitos mil. Carmendy
"Deletreando, la campana,
ResponderEliminartu nombre, en su sinfonía."
Me has recordado a cuando de niño estaba jugando y tocaban las campanas de la iglesia, recuerdo la vaga sensación de ser consciente de que alguien había muerto... ¿quién sería de todos los conocidos?... el juego seguía...
Dice tanto esta campana, mía... que todos llevamos dentro.
Un abrazo.
Me gusta la música que impregna el poema.
ResponderEliminarHas sabido tocar las palabras con armonía.
Un saludo
Acabo de encontrarme esta página y se me nublan los ojs, bueno, sólo tengo medio bueno el derecho y la mente escha un ovillo...¡Qué familia! Y que artista del alma eres...Adios.. Buen año, Os quiero
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